Historia

Territorio de querandíes, calchaquíes y timbúes, la propiedad que hoy es nuestra querida ciudad, pasó en sus inicios por las manos de distinguidos señores argentinos hasta finalmente llegar a dominio de Tomás de la Torre, quien en 1874 inició las gestiones para establecer allí un pueblo. Así como la mayoría de las localidades vecinas, nace por iniciativa de la compañía de tierras del Ferrocarril Central Argentino, comenzando así una colonización por favorecer a los intereses de la empresa inglesa ferroviaria. De esta manera, Tomás de la Torre, toma el tendido ferroviario Rosario-Córdoba como referente y funda la localidad con un trazado casi simétrico en relación al mismo. 

En 1875, al promulgarse la ley de colonización del entonces Gobernador Servando Bayo, se concreta oficialmente la fundación de Funes, aunque la aprobación de la localidad es con el nombre de San José (también conocido como Villa San José de Ávila). En ese mismo año, Tomás de la Torre consigue que el tren se detenga en la estación del pueblo, por medio de un sistema de banderas que indicaban el ascenso y descenso de pasajeros, y en paralelo es terminada la estación para pronto convertirse en el centro de una localidad en franco crecimiento.

Pero muchos cambios se avecinaban en la pequeña localidad, que incluso tenían que ver con el nombre original que había adquirido. En 1888, Pedro Lino Funes le compra a De la Torre las tierras sobre las que se alzaba el pueblo, por ende en 1893 el gobierno decide rebautizar a la localidad con el apellido del nuevo propietario y cinco años más tarde crea la primera Comisión de Fomento. En los primeros veinte años del siglo XX, el pueblo crece exponencialmente, y los ciudadanos construyen las primeras instituciones centrales, como La Comuna (1898), la Parroquia de la Virgen del Carmen (1912) y la primera Escuela Elemental Mixta Nro 29 (1886).

Un acto trascendental se produce en 1913, cuando los funenses votan por primera vez, divididos partidariamente entre conservadores, demoprogresistas y radicales. La votación da origen al primer gobierno democrático de Funes, el de Rodolfo Rouzaut, dejando atrás los años de fraude establecido por los conservadores de la época.

Entre los años 30 y 50 se genera una etapa de pleno crecimiento, en la cual se crean instituciones para educar a los niños, y para la recreación y el deporte de la población. Los clubes se transforman en un lugar para compartir y divertirse entre los parroquianos, quienes se van organizando formalmente. De esta forma, al ya existente club de Funes, se le suman el club San Telmo, y los clubes sociales Florida e Industrial. A la par, también nacen las peñas culturales, la Biblioteca, el Noviciado, el Colegio María Auxiliadora y la primera Academia Industrial y Agrícola del pueblo, que luego sería su primera escuela secundaria, el Colegio Nazaret.

Al finalizar los años 60, Funes había crecido a pasos agigantados, contando con más de cinco mil habitantes. De esta manera, los límites urbanos se extendían a tal forma que la población iba adquiriendo otro tipo de necesidades, referidas a cuestiones que aun no se habían tratado en el gobierno, como la salud y la infraestructura. Es así, que en 1967 se construye el primer dispensario comunal, el Bernardo Houssay, además de renovarse parte de su parque automotor y transformando totalmente el sistema de iluminación en el pueblo.

Funes obtiene la categoría de Ciudad y a la vez de Municipio en 1991, alcanzando los 8500 habitantes. En pleno proceso de crecimiento y democratización, se abre así un ciclo histórico que llega hasta nuestros días.